Ya decíamos la semana pasada que no había visos de que la huelga finalizase. Guadalupe: cuarenta días
Madinina: dos semanas y media.
Y la cosa se pone fea… las gasolineras son el foco de atención. Bares ya cierran. Comercios varios ni atisbo de abrir. Muchos de los productos (los que quedan) han doblado su precio. El tabaco también ha subido un tercio. Las reuniones para solucionar el problema no dan en buen puerto y están paralizadas… ninguna parte se pone de acuerdo (ni los de aquí con los de aquí, ni con los de allá… y mucho menos con los de más allá).
Esto de no tener movilidad ya le vuelve a gibar (nada de gasolina)… pasamos los días o bien en casa o en la de los alemanes, o en la playa del pueblo… menos mal que está Maud para alegrar los días, y siempre se encuentra un juego o una charleta para hacerlo más ameno. También ha venido una amiga de la enfermera… menuda putada irse a otro continente de visita y que estén de huelga general… pero más putada es ir a ver a una amiga y que no te haga ni caso… vaya, que ni se ven. La enfermera pasa de ella como de la mierda (ni hablan de qué tal, ni del día a día, ni duermen en la misma casa, ni nada de nada), así que pasa todo el tiempo junto a nosotros… da un poco de penilla, pero ellas sabrán.
Con todo y más… hablando un día con los alemanes nos surgió la idea de irnos unos días a Santa Lucía (la isla en la que ya estuvimos en diciembre)… dicho y hecho… el miércoles cogimos el barco. Es algo así como volver a la vida normal dentro de la anormalidad… la estancia a estado bien (bueno los primeros dos días fueron un poco coñazo… ya que el grupo se componía de ocho personas de las cuales había gente que ni fu ni fa. A partir del tercer día, cuando tres de ellos se fueron la cosa cambió sustancialmente… y es que esos tipos no hablaban de nada… parecían buena gente… pero los silencios eran grandísimos. A su marcha, todo fetén… que si norte, la costa atlántica, la reserva natural… fiestas gastronómicas… y la Friday Night… menudo fiestorro. Una calle larga al mar de medio kilómetro llena de barras o puestos en la calle, comida, bebida… y música, cada bocacalle con unos bafles de tres pares de demonios… cosas así deberían copiarlas en cualquier parte del planeta). Raro es volver al inglés, esto de cambiar todo el día de idioma te vuelve la cabeza del revés… aunque es un cachondeo. Santa Lucía mola un huevo!!... otra vez asombrados vivimos la diferencia que existe entre una isla y otra… sobretodo cuando una de ellas está de huelga general, y la otra celebra sus treinta años de independencia. Porque hemos ido en la fecha adecuada… treinta años, que se dice pronto, así que estaba todo dios contento… que si banderas por todos los lados, fiestas escondidas por doquier… vamos que una diferencia abismal a lo que nos vamos a encontrar a nuestra llegada porque hasta el mismísimo carnaval ha quedado suspendido. Le manda eso de irse a una Isla en la que su fiesta grande sea el carnaval y perdérselo por huelga general… su que contar tiene el asunto. Y es que las noticias que nos han llegado de la Madinina no son nada halagüeñas… como que no apetece volver…pero después de una semanita, que también se dice pronto… hay que volver a coger el barco y afrontar la realidad campeando el temporal de la forma más agradable posible… porque unos no se van al Caribe a jugarsela… estamos bien, nos afecta, y ya hasta el gorro por lo de la movilidad, por no ver a la Roci, y al Tomás (a Sylvia si que la vemos)… pero por lo demás estamos bien. Nos quejamos sí: de la huelga (ya que muchos puntos negros parece tener)… pero por lo demás; suma y sigue.
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