martes, 28 de abril de 2009

NUESTRO HABITAT: CIRCULANDO LA PLAYA


Aunque los profesores siguen de vacaciones, la semana ha estado más calmada que la anterior…
Mucho dejarse caer por la orilla de la playa de Schoelcher (casi todas las tardes-noches, y alguna mañana), pasar momentos con ésta gente que tenemos cerca (que ahora, ya es mucha, o la suficiente), rules para aquí y para allá sin importarnos demasiado la dirección… y seguir aprovechando esta experiencia al máximo dando los últimos coletazos, porque a mucho que ahora nos pese (por momentos), estamos a punto de cerrar la puerta a estos gratos momentos que la vida nos ha deparado (para que vengan otros). Dos semanas para el arribe.
Al volver a tomar contacto con la realidad que impera en Madinina nos hemos dado cuenta que el embrollo de la huelga ha sido una tomadura de pelo total. Poneros en el caso (y visto de cuarenta días de parón general forzadísimo)… las negociaciones como sabido es; doscientos euros más en los salarios más bajos, y una reducción del veinte por ciento en productos primarios… vas al supermercado, y de bruces te das con la realidad. Eso de los productos primarios (todo el mundo sabe lo que es, y cuales son) resultase que es la risión y el desamparo total… que si hay que bajar el café, lo que se baja es una marca de café (no todas) ¿y qué marca se baja? Pues bien facilito, se baja la que controlan el cien por cien los bekés (así más beneficios)… y el resto, la que compra todo dios (que también la controlan ellos, pero en menor cantidad), o la que le venga en gana a todo dios, porque cada cual puede tener sus preferencia… lo que han hecho es subirla más aún. Y así con todos los productos del mercado. Entendiendo con ello que en vez de una bajada (que no ha sido tal, creednos) lo conseguido ha sido una subida… ¿el tabaco? Esta misma semana ya lo han puesto al precio de la metrópoli, es decir un paquete de Camel a cinco con cincuenta euros, vamos que insoportable para bolsillos débiles. Las barracas autogestionadas no tienen más o no quieren más quehacer que ponerse al nivel porque estos del carro tampoco se quieren apear (y es que como os decimos una cosa, os decimos la otra… capacitados para ser independientes ni están, ni quieren estar… y a todo el mundo le gusta el caramelo, y quien diga lo contrario miente). En lo único que se nota mejoría es al llenar el depósito del coche… parece ser que el precio se ha estabilizado, porque ya era una cosa insostenible… ahora, algo así como que euro diez el litro de sin plomo, que no está mal comparado en los dos euros veinte que estaba cuando arribamos. Por lo que con todo esto os podéis imaginar como están los ánimos, y es que les han tomado por el pito de un sereno, las pruebas ahí están. Con todo y más el jueves nos disponíamos a ir hacía la península a una fiesta (casi también como de despedida de los asistentes) y vimos las gasolineras repletas, en la primera que atisbamos paramos y repostamos… no sea que se vuelva a cocer la misma, que para nada queremos pasar por las mismas penurias al último paso de la despedida… al día siguiente parece que amainaron las tempestades, aunque no auguramos que sean por mucho tiempo… hasta que se les vuelva a hinchar y puedan sobrevivir a una igual que la vivida (o superior)... No tiene nada de buena pinta la verdad.
En casa ahí andamos con el Clemente (que si que es buen tipo, pero no hay ni ganas de entablar más con él… los días que está en casa, pues bien…. Pero la verdad, somos poco apoyo para él… y viceversa), la italiana pues sigue sin fu ni fa… las mosquitas muertas no van con nosotros. Y con la enfermera, pues bien… la verdad es que para llevar un alquiler como nosotros lo llevamos está bien, no nos molestamos para nada, y eso, es lo que prima (aunque bueno imagino que será sin pena ni gloria para el futuro, aunque hoy por hoy las conversaciones van a más a cada día que pasa haciéndolo grato).
El sábado hicimos la fiesta despedida de Carbet… nos tuvimos que quedar allí a dormir, la verdad; lo pasamos muy bien… bebimos, cenamos, charlamos, bailamos… y todo ello en nuestro hábitat: circulando (siempre) la playa.

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