STE-MARIE

Para los amantes de las acciones peculiares que la naturaleza nos brinda; ahí va una. Ste-Marie, pueblo situado en la parte noreste de la Isla, para llegar es necesario ir a la zona de la península, ya que carretera (como es sabido) por el norte a esa zona no va.
Quizá Ste-Marie sea uno de los pueblos más pobres de toda la Isla, recordando muchísimo a pueblos de nuestra vecina Santa Lucia… la economía del pueblo se basa en la pesca, y en la destilería de ron St. James… y el aspecto no es nada halagüeño… si no llega a ser porque: la naturaleza la ha tocado con una barita mágica.
Ste-Marie está conectado con un peñasco que hay a trescientos metros… la imagen es idílica… imaginaros: olas a izquierda y derecha… llega un punto que las de un lado chocan con las del otro… y lo que se forma es un camino que da acceso al peñasco. Para quedarse perplejo vaya!!
Una vez en el peñasco llamado Isla de Ste-Marie (como no podía ser menos) te encuentras en un hábitat desértico, que se cae a pedazos, de forma volcánica y bastante árido.
Un fenómeno de la naturaleza!!


Para completar el día y no volver a hacer el mismo recorrido para atrás, lo mejor es coger el Camino de la Trace que recorre la Isla de un extremo a otro pasando (quizá) por los pueblos más autóctonos, surcando el llamado pulmón de la Madinina… lleno de cultivos y una vegetación muy selvática… un surtido de colores y olores por la carretera serpenteante… vaya, que se las trae!!