



Ya pasó nuestra primera semana aquí…de un modo muy peculiar!!
No sabríamos muy bien como calificar esto…pero se nos vienen continuamente a la cabeza las palabras…estamos a expensas de todo.
Y cuando decimos todo, es todo…es difícil situarse (sobre todo a la hora de buscar piso), es un engorro tener que depender siempre de gente para lo bàsico, la movilidad es un problema…menos mal que las profesoras de Elisa nos han acogido extraordinariamente, y nos han proporcionado cobijo…de no ser por ellas no se muy bien lo que sería de nosotros.
Nuestro hogar a estado en el sur (un apartamento que nos ha prestado Nikole); el sitio parece ser un paraíso, con una playa de cuatro kilómetros (estamos en primerísima línea de playa), con sol, lluvia (aunque no molesta como la de allá, ésta alivia), montaña…Le Diamant, o como nosotros decimos El Diamante. Pusieron ese nombre al sitio por el peñón que hay en frente de la playa…dicen que verano brilla como un diamante!!
Hemos estado visitando posibles alquileres por la capital y alrededores (extra caro o extra cutre)…Fort de France no nos gusta, la verdad es que no es gran cosa, pero bueno, ahí están los comercios, los institutos, las favelas (si amigos, hay una zona que parece Bello Horizonte, y si no verlo en la foto)…estamos pensado en vivir por la zona de Schoelcher, que está a cinco minutos de la capital, tiene playa, hay mejor ambiente (por lo menos no estas cohibido como en Le Diamant o Fort de France…porque tan solo una semana aquí nos ha puesto en la perspectiva del racismo. Si, somos giris y nuestra presencia no es muy bien recibida. Es raro salir de casa y sentirte observado. En frente del apartamento del Diamante hay barracas, muchas de ellas sin utilizar, y allí todos los días y a todas las horas hay un grupo amplio que nos controlaba todo lo que hacíamos, para comprar pan te veían, para ir al súper, a la playa…siempre están ahí…con miradas de desprecio, de esas que clavan. No sé, no nos molaba esa vibración…no os preocupéis, son cosas que pasan…está bien sentirlo en tus carnes. En Fort de France pasa un poco más de lo mismo con la gente que te encuentras por la calle. Claro está que hay de todo…pero en demasía sientes esa situación) así que Schoelcher parece mejor sitio para vivir.
El dormir y el aclimatarnos (hace mucho calor, y a las seis es de día) digamos que poco a poco lo vamos mejorando. Yo he aprovechado (“Bombo” ahora créetelo) para correr a esa hora por la playa y nadar alrededor de una hora, no sé, un poco de deporte nunca viene mal…la verdad es que no parece esa hora…bueno con deciros que para las diez u once parece que ha pasado una eternidad!!
Elisa ha tenido el primer contacto con los demás asistentes que hay repartidos por la Isla…el seminario no fue gran cosa, los trataban como niños…si, si, clases de cómo pagar el alquiler y por el estilo. Según ella lo mejor fue conocer a la gente que estaba en la misma situación que nosotros. El jueves me acerque a la capital a conocerlos, y la verdad, es que hay buen grupo, son todos diferentes entre sí, con una preocupación común; la nueva vida…gente sanota, seguro que necesitamos mucho el vernos durante nuestro periplo por éstas tierras.
Ese día compramos unas botellitas de ron…hay que llevar las costumbres a donde quieras que vayas, y en este caso hemos unido las de aquí y las de allá. Ron, y botellón…una formula que nunca falla para ir soltándose!!
La encargada de organizar el seminario, ya con su apodo os imagináis como era: Madame Barracus. Esa tía nos hizo la culebra toda la tarde/noche hasta el botellón. Primero tuvimos que pagar mi cena, hasta ahí correcto…pero es que era en un comedor social y nos cobraron once euros…por ahí mal…y después de colofón…cuando llegamos al hotel (que estaba a medio construir todavía) la Madame se puso estricta y bajo ningún concepto yo iba a dormir allí. Podía haber hecho caso omiso de mi presencia (porque ni lo iba a pagar ella, ni iba a utilizar yo otra cama, ni nada de nada, tan solo quería dormir en la cama ya pagada a Elisa…vosotros me entendéis no?)… podia haber sedo un poco más cordial, mirar cual era la situación. Me sentí fatal, y claro la gente encima estaba pendiente de mi; “que como me colaba, que esto es injusto…” sentí su apoyo y eso me agradó, pero estaba jodido, ya sabéis todo el mundo pendiente de uno y esas cosas.
Vaya que al final lo que tuvimos que hacer fue pagar una habitación de cuarenta y cinco euros para que nos dejara en paz…porque la Madame dijo a los de seguridad que yo no entrase!!...ni que les fuera a pegar el palo. Así que nada; pagamos, nos bebimos las botellas, y san se acabó.
La semana la acabamos nuevamente en Le Diamant, un fin de semana tranquilo. Dormir, tomarse unas birras, pasear, bañarnos en la playa (por el día y por la noche), charlar…y ver como solucionábamos nuestro problema: un alquiler.
El domingo según todo lo que se nos planteó decidimos volver a hacer las mochilas y trasladarnos a Terreville, en Schoelcher, a casa de Alexandra, otra profe de Elisa..que nos acogió con los brazos abiertos...que solazo!!
Desde éste punto podemos estar en contacto con lo que necesitamos para empezar vida total aquí…a ver si ésta semana lo conseguimos…aunque las cosas no suceden como allí…hay que aclimatarse al modo de vida por difícil que ahora nos parezca!!
Un saludo!!
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