BAHÍA DEL TESORO

Miércoles veintinueve a eso de las diez de la mañana partimos dirección Lamentin en busca de Silvia. Tomás y Rocío durmieron en nuestra casa…el coche completo; y portándose muy bien.
Destino: Península de la Caravelle (Parque Natural Protegido).
De punta a punta por el ancho son unos treinta kilómetros. Al atravesar la Isla por éste recorrido (dirección este por el centro) pasamos por la gran mayoría del cultivo de plátanos que hay. Extensos campos de grandes alturas. El fruto está recubierto con bolsas de basura azules para así protegerlo de los insectos…los racimos son enormes…alrededor de las treinta bananas por cada uno. Cuelgan mostrando una estampa muy bonita, naturaleza caribeña!!
En poco más de media hora cruzamos el ancho y dimos con el Océano Atlántico…bravo, como de costumbre…las aguas tranquilas dejan paso aquí a las olas. Ésta zona es a la que vienen los surferos a divertirse!!
Desde lo alto, todavía en carretera, pasamos por Le Robert…con su gran bahía y montones de islas pequeñas (como Chancel, Eaux, Madame, Boisseau, Petite Martinique, o Rocher de la Grotte), dejamos Trinité a un lado y nos metimos por la parte norte de la península (al otro lado la Baie du Galion, que no llegamos a ver). Recorrimos la mitad de la península hasta parar en el lugar más turístico, y en el que te puedes topar con establecimientos; Tartane.
Allí nos encontramos con Julia y Clara que venía acompañadas de Andy y otro tipo que casi ni habló (tampoco nos acordamos de su nombre), Carlos y Conchi…y como no, el gran Alberto (que vive en Trinité). Allí compramos unos bocadillos para pasar el día, y con la misma, vuelta al coche…pasamos por Anse l’Étang…y por fin nos apeamos en Chanteau Dubuc. Aquí hay unas ruinas que para verlas hay que pagar tres euros.
Desde allí sale un sendero que nos llevaría hasta nuestro destino: cuarenta minutos por la selva.
Baie du Trésor (o Bahía del Tesoro) Precioso, lleno de flora (principalmente mancenilliers…que en la sección de peculiaridades ya dijimos como se las gastan…menos mal que no llovió, porque sino, no se que hubiese sido de nosotros) y fauna (cangrejos con caparazón de caracol, aves, reptiles y gran variedad de pescados), con subidas, bajadas, con escalones formados naturalmente con las raíces de los árboles, pequeños lagos, fango, arcilla…un trayecto espectacular…
Al llegar baño en aguas cristalinas. Casi no había orilla…tienes que buscarte un recóndito entre los árboles para poder aposentarte…el lugar es una joya…al final de la bahía se observa como las olas golpean con fiereza contra los acantilados, se ve también una pequeñita isla, la de Trésor.
El sol quemaba…el agua estaba increíble…así que imaginaos (ahora que sabéis que somos adictos): todo el día en el agua!!...allí se acercaban los peces limpiadores (dicen que te quitan las bacterias que llevamos en la piel) chupándote, casi cosquillas…

Un maravilloso día…con unas imágenes que se quedarán para siempre en nuestra cabeza...
La Bahía del Tesoro, un lugar donde estar en armonía con la naturaleza!!