domingo, 4 de enero de 2009

STA. LUCIA



Por fin hemos salido de la Isla, vaya ganas que teníamos.
Dirección sur, la Isla más cercana (a hora y media en barco) es Sta. Lucia.
Es un país independiente (aunque en sus billetes siga apareciendo la reina de Inglaterra, por muchos convenios es así), rico en paisajes y vegetación (cascadas, rutas, montañas, playas…), en sonrisas, en vida callejera, en música (están enganchados al karaoke, y al country, si, oís bien; al country…en todos los bares lo escuchan)...
Se habla inglés (con su acento criollo), la moneda es el dólar caribeño (20 dólares vienen a ser como 5 euros). La capital, Castries, es toda una gran favela, y tienes que estar en ella con los ojos bien abiertos ya que la delincuencia es máxima (más aún siendo extranjeros), su aeropuerto es famoso en el mundo entero (sino, mirar las fotos que hay por Internet y alucinar como aterrizan los aviones; la pista, solo hay una, debe tener unos trescientos metros…y casi se aterriza en la playa…para flipar!!). Todo esto no influye, o por lo menos no nos influyo, porque se respira bien…allí pasamos dos días, aunque uno de ellos nos desplazamos casi al sur de la Isla, a Sufriere, quizá el lugar más bello del sitio, con sus pitones, sus cascadas, aguas termales, turquesas…una maravilla…esto si que es Caribe cien por cien.
Otro día nos desplazamos al norte, Gros Ilet, el lugar turístico por excelencia. Allí se han librado miles de batallas, dice la historia que ha pasado hasta cuarenta veces de manos, de los españoles a los portugueses, de éstos a los franceses, y por últimos después de muchas idas y venidas a los británicos. Al final de las playas están los complejos turísticos (casi siempre éstos tienen playas privadas…dragadas y esas cosas…mucho mamoneo…y sobre todo; muchos hombres blancos).
Hay que tener mucho cuidado en la Isla con el regateo, aquí la gente baja su precio sin apenas inmutarse, parece ser que la cara no se les cae de vergüenza. En los taxis (que hay 1.500 más que en Martinica, y eso que es hay la mitad de habitantes), y en el mercado tienes que estar con el ojo avizor. Los precios los ponen en dólares caribeños, pero en cero coma los pasan a dólares americanos (como si todos fuésemos americanos)…así que con éste royo hay que estar atentos, no sea que te la den con tomate. En ésta parte de la Isla los viernes hacen la famosa Friday Night, una fiesta callejera (cierran la calle principal y allí se monta una gorda) por su buen royo, la música, los bailes…y el ambiente que allí predomina.
El ambiente en toda la Isla poco o nada tiene que ver con el que impera por la Martinica (lo más importante hay vida después de las seis de la tarde…y la gente...eso es otro cantar…aquí hay felicidad, buen royo, cultura, alegría…).
En definitiva; creemos que nos hemos equivocado de Isla.

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