miércoles, 8 de octubre de 2008

NUESTRO PRIMER DIA DE 30 HORAS




Nuestro viaje y todo esto que nos proponemos a hacer comenzó el día 26 de Septiembre en Paris, destino Isla Martinica, en busca del amor a la vida…una locura que tiene su razón de ser.
El boing 747 en el que viajamos era algo así como un campo de fútbol… madre mía si os hubiésemos avisado a todos vosotros, todos nuestros amigos, donde estéis repartidos por el mundo, a todos vosotros (sabéis quienes sois de sobra), pues tampoco creo que llenaríamos ese boing, con decir que sobraban 300 plazas!!...(Sergio ya tu sabes de lo que hablamos no? Muy grande cuñao).
Os aseguramos que en cierta manera no sabemos muy bien el por qué de todo esto…creemos que es una aventura más…vamos a probar!!
Y desde que cogimos el avión empezamos a mirarlo todo desde la nueva percepción. Es muy raro mirar el reloj y ver que son las 11:11, pero si eso te sucede dos veces en el mismo día es aún si cabe una coincidencia mayor. Palabras que se te ocurren en un avión creo…nunca viajamos tanto tiempo.
Aquí estamos con un desfase de seis horas (y algo que en realidad no éramos conscientes es que a las seis de la mañana es de día y a las seis de la tarde es de noche)…y eso en el avión creo que no lo queríamos notar; que si dos cervezas por aquí, dos botellas de vino por allá, mirar el ancho mar que nos separa, los barcos a la deriva, las nubes flotando muy por debajo nuestro, una cabezadita, otra…un viaje de apenas siete horas y media muy ameno, todo ello con una sensación: la nueva vida.
Una vez llegados a la isla nos dimos cuenta del calor y la humedad que hace, oscila siempre entre los 26 y 30 grados y eso que estamos en la temporada húmeda, es decir en la de las lluvias. La humedad no soy un experto pero os garantizo que es muy elevada, tanto que el cuerpo siempre está impregnado de sudor, una sensación que tenemos que hacernos a ella.
Una vez recogidas nuestras maletas nuestros pies iban a ir a parar al sur, un apartamento en la playa que nos dejaba Nikole, una profesora de Elisa, sería nuestra primera cama y un lugar idílico donde comenzar esta aventura…

1 comentario:

NoNorthstudio dijo...

Pero mira que soy cabrones, cuantas ganas he tenido siempre de subirme en un seiscientos 747 de esos.
Que guay ir viendo como lo vais pasando y ver algun a de vuestras visiones y vivencias, yo he estado en granda con tos estos y buff que duro men jejeje...

bueno helmanos no vos estreseis y disfrutar esecaribe. ya vermos en el blog como esta la ganja no? jajaja.

Un abrazo enormisimo, sergio.