miércoles, 8 de octubre de 2008

TAXICO



La Isla es un caos, sus comunicaciones están llenas de incertidumbre…nunca sabes cuando vas, ni cuando van a llegar…estará cerca el día en el que estemos esperando sin saber a qué.
Es un poco parecido al anuncio de Malibu…si tu llegar cinco minutos tarde, yo llegar cinco minutos tarde!!
Pues un poco así. No hay trenes, los autobuses guaguas van también a su royo ( la hora es una odisea, no sabes realmente hacia donde van, no funcionan a más de las seis de tarde y tan solo funcionan hasta los sábados por la mañana, así que si lo que te mueve es la noche, éste parece ser que no es tú/nuestro medio), el único transporte que parece ser que funciona bien, es el barco desde la capital a Les Tríos-Ilets…y eso es marítimo, no terrestre!!
Así que contando nuestras posibilidades: la cosa para moverse está realmente difícil, a ver cuando tenemos nuestro propio coche y logramos así un pelín más de independencia (tan solo tendremos que tener ojo a la velocidad que aquí es elevadísima, creo que si algún avispado ojeador de formula uno echase un vistazo por esta zona seguro que encuentra algún superdotado lo suficientemente pirado como para ganar mucho dinero con él… Y los embotellamientos, claro, que son muy comunes. Porque la gente no es tonta, y prefiere la libertad de tener coche; así que el resultado es que hay muchos coches que encima, como en cualquier sitio, solo los conduce una persona).
Para ello, el único método practico que se presenta y que en realidad (vista lo que es la realidad), y no por ello exento de esa incertidumbre de cuándo llegará, es el TaxiCo. Esto es: una furgoneta que te lleva desde cualquier punto de la Isla hasta su capital, Fort de France. Y es el medio de transporte más barato y común (desde el sur a la capital, que vienen a ser unos 30 kilómetros, 4,40 euros)… pero bueno que el problema es que igual estas esperando dos horas a que alguno se acerque y ceses en el intento (que todo puede pasar). Pero barato y peculiar es.
La foto del estacionamiento para TaxiCo en Fort de France igual no representan la grandeza y la inmensidad que allí a menudo se ve; asiduamente es como ver un amasijo de furgonetas en un aparcamiento en el que se podría freír un huevo en el alquitrán, furgos de muchos colores, abiertas, cerradas, con desbarajustes, con cortinas, también de colores, música, gente dormida, puestos de comida, de bebidas, frutas, rones, y con sudor…esto mucho… mucho sudor!!, vagabundos, currelas, traficantes, miradas…un escaparate, eso sí, ¡¡un escaparate de sensaciones vaya!!
Y encima cuando te toca coger el tuyo tienes que esperar a que esté lleno…menos mal que es barato y pasamos de rechistar, pero esperar, esperas. Entonces es cuando tan solo quieres que se complete el carro, porque esa es otra, hasta que el carro no está completo ten por seguro que el piloto apurará al máximo (una vez estuvimos a falta de dos plazas esperando una hora)…con todo el sudor que ello conlleva, encima creo que Elisa hasta se durmió…y eso, que la foto no representa todo lo que allí se respira cuando caminas y vas a coger un TaxiCo en ese alquitrán. La otra foto es el interior de uno en camino del sur al centro, lo más interesante de esa sensación era que iba una niña pequeña en los brazos de su madre (en esa situación) y encima no sale…pero bueno, para que sintáis la sensación y situación que aquí se vive está bien.
Por lo demás parece ser un medio peculiar, en el que si se da la ocasión puedes hablar, escuchar alguna emisora de radio, y ver gente diferente.
En un TaxiCo se ve gente difente.

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