Algo que se supone que hace todo el mundo en su cocina, es aprovechar todos los alimentos de la compra al máximo. Martinica (en esto) no es un caso aislado.
Algo que hemos aprendido; es ha hacer el picante nosotros mismos. Ya se sabe como se las gastan (y lo difícil que es, aquí, confundirse con…) los pimientos, básicos para éste preparado. Cuando ya estén para tirarlos (en mal estado) lo que se hace es: cortarlos muy finitos. También, cortar ajos y cebollas (pasadas, para tirar, claro está). Meterlo todo en un tarro, con pimienta, y llenarlo de un poco de aceite y la mayoría de vinagre, taparlo. Removerlo, dejarlo reposar. Y tendrás el picante más intenso que te hayas echado a la cara. Con dos gotas ya te darás por satisfecho para beber como un cosaco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario